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Qué ver y hacer en Cangas del Narcea

Actualizado: 6 sept 2022

Si David el Gnomo hubiera descubierto Cangas del Narcea, hubiera mudado su residencia permanenre a esta tierra de bosques. Y es que es difícil encontrar un territorio con más superficie arbolada que en Cangas.

Pero no solo es tierra de bosques, ni de osos, Cangas es tierra de vino, de fragante pan y embutidos, paraíso gastronómico para los celíacos. Testigo del devenir de la historia que ha dejado imponentes palacios, el monasterio de San Juan Bautista y un reguero de aldeas en las que el pueblo llano iba creciendo, al son de la ganadería de antaño, y de la minería a partir de los años setenta. Lo divino y lo humano se celebran en Cangas a partes iguales, con la descarga y la fiesta de la vendimia.

Volver a Cangas es volver a casa, aquí viví hasta que los quince años, así que cada rincón guarda mil recuerdos y secretos. Como no quiero que te pierdas detalle, dejo el mapa con todos los puntos de interés.



Pasea por el centro de la Villa

La villa de Cangas se aposenta en el fondo del verde valle del río Narcea, con sus casas escalando la montaña, como si quisieran alcanzar la cumbre. Durante los años 70 y 80 la minería de carbón creció a tal velocidad que hizo falta construir multiples viviendas para albergar a los trabajadores que iban llegando. Aunque cumplieron su función, no se puede decir que sean estéticamente agraciadas, por eso, en cuanto te adentres en la villa te sorprenderá para bien sus tradicionales calles empedradas, barrios medievales, casas blasonadas y palacetes.


Si paseas por su estrecha Calle Mayor te toparás con el Palacio de los Condes de Toreno, hoy sede del ayuntamiento, protegido tras las almenas de la Plaza del Mercado. Tanto por su ubicación, en el corazón de la villa, como por su imponente planta, salta a la vista que fue construido para resaltar que allí vivía gente poderosa. Data del siglo XVII, fue construido en estilo barroco y aún conserva uno de sus escudos. Entra dentro del patio, te sorprenderá el estado de conservación. Los condes de Toreno fabricaban y vendían vino en el Patio del Palacio, que se abría sl exterior para ampliar la plaza en los sábados de mercado.


Girando en "el cruce", concurrido lugar de encuentro y reunión de todo cangués que se precie, verás la Plaza de la Oliva, en la que se distingue desde lejos la Colegiata de Santa Maria Magdalena, principal templo de la villa. Al otro lado del la plaza se erige el Palacio de los Omaña. Fue declarado Monumento Histórico-Artístico en 1981 y Bien de Interés Cultural en 1992. Hoy en día pertenece al ayuntamiento, y es sede de la Casa de Cultura y oficina de Información turística de Cangas. Desde aquí sale la visita guiada a la villa.

Atención! En este pequeño tramo encontrareis dos de las panaderías-confiterías más conocidas de Cangas, Panadería Manín y Panadería Penlés, aprovechad para degustar un trozo de empanada o comprar pan de Cangas, son exquisitos.


De los Palacios al pueblo llano, piérdete en Ambasaguas y el Cascarín.

Desde el ayuntamiento, baja por la calle empedrada So el Mercado o "Rastraculos" (si te toca un día de helado invierno te darás cuenta enseguida del porqué de tan descriptivo nombre).Al final de la misma encontrarás, en la parte baja de la villa, el barrio Entreambasaguas o Ambasaguas. Este barrio medieval recogía el camino real que venía de la sierra del Pando, única entrada para los vecinos de numerosas parroquias canguesas, y se comunicaba con Cangas a través del puente medieval (llamado localmente "puente romano") que vemos hoy en día, sobre los río Luiña y Narcea.

La coqueta capilla de Nuestra Sra del Carmen o la Central eléctrica destacan en este barrio de morfología inalterada. Escalando en la montaña encontrarás el barrio del Cascarín, con sus casas en zig-zag avistando la villa.


Iglesia de Ambasaguas y puente medieval sobre el río narcea de noche. A la derecha, el parque de los Nogales durante la verbena del Carmen
El barrio de Ambasaguas y el puente medieval son uno de los puntos centrales de las fiestas del Carmen, a la derecha del río, el parque de Los Nogales acoge las verbenas de las Fiestas.


Atrévete a cruzar el puente colgante

Sobre el río Narcea y el río Luiña, Cangas tiene numerosos puentes, a simple vista se distinguen cinco de todas las épocas y estilos arquitectónicos. De todos ellos el puente colgante es, si cabe, el más especial y uno de los símbolos cangueses. Fue construido en 1973, concebido por el arquitecto Gómez del Collado y es la primera obra civil en la que se usó tela de gallinero para su construcción.

El puente colgante une la Plaza de la Oliva, a espaldas de la Colegiata de Santa María Magdalena, con el barrio del Fuejo. Desde el puente se obtienen las perspectivas más bonitas del templo.


Llega a balancearse si muchas personas pasan a la vez. Si te atreves a cruzarlo, verás a lo locales pasar a toda velocidad con sus barras de pan, charlando con sus vecinos y observando divertidos a los temerosos turistas.


Puente colgante de Cangas del Narcea vista lateral, colegiata e Santa Maria y Palacio de Pombley de lado
Cruzar el puente colgante sobre el río Narcea tiene truco, ¡no mires abajo!


Peregrina al Santuario del Acebo

Si quieres sentirte como un auténtico peregrino, no puedes perderte la subida al santuario del Acebo, a unos 12 km desde la villa. Situada a 1180 m, la iglesia se construyó en el lugar en el que se levantaba una antigua capilla, en 1575.


La leyenda cuenta que una niña de Veigalapiedra que solía pastorear sus ovejas por la zona, jugaba cada tarde con una amiga que se encontraba en el monte. Ésta nunca bajaba al pueblo y se quedaba todas las noches en los arbustos. Cuando la familia de la pequeña pastora subió a averiguar quién era la misteriosa niña, se encontraron con la virgen en un árbol de acebo. Por lo que se comenzó la construcción de la actual iglesia para albergarla.

Hoy, el Acebo es el segundo santuario más importante de Asturias, y se celebra con afluencia masiva, cada 8 de septiembre. Seas creyente o no, la subida será recompensada por un lugar mágico, en el que encontrarás miradores naturales de casi 360 grados sobre el cielo del concejo.


Junto al santuario encontrarás tiendas de recuerdos y un par de bares/restaurantes en los que refrescarte. Restaurante del Río y restaurante Santuario del Acebo. Quizás más apropiados para un refresco que para comer.


Vista lateral del Santuario Nuestra señora del Acebo, en cangas del narcea
Desde los alrededores del Santuario, que está abierto todo el año, disfrutarás de unas vistas panorámicas sin igual

Huele la pólvora en el Prao el Molín y refréscate en su Piscina fluvial

Si en el santuario del Acebo se venera a la virgen peregrinando, en el Prao el Molín sentirás el mayor de los orgullos de todo Cangués, la oración de Pólvora.

Si visitas Cangas durante el mes de Julio, es muy probable que te encuentres hileras de voladores dispuestas a ser lanzadas al cielo desde este lugar. El momento álgido tiene lugar en “la descarga”, que se celebra en honor a la virgen del Carmen, el día 16 de Julio, en el que 80 mil voladores son tirados por 800 tiradores y otros tantos apurridores en unos 6 minutos. El monumento al tirador, de Félix Alonso, conmemora el centenario de la Sociedad de artesanos, que la lleva a cabo.


El Prao el Molín tiene atractivos más allá de la pólvora, y es que su privilegiada posición en el centro Cangués, junto al barrio de Ambasaguas y al Puente romano, lo convierten el en punto ideal para un picnic perfecto. Si vienes en verano, tráete el bañador, una piscina fluvial abierta a todo el público hace las delicias de pequeños y grandes. La entrada es libre.



Come, bebe, y vuelve a empezar.

Vamos a ser claros, si tuviera que elegir solo una cosa que no puedes dejar de hacer en Cangas, me quedaría con comer (vale, y beber). Cangas tiene una tradición gastronómica de embutidos y productos de panadería que no os podéis perder. Curiosamente, esta localidad tiene el porcentaje de personas celíacas más alto de España. Por eso, si te encanta comer y eres celíaco, en Cangas estás de suerte. Paseando por sus calles encontrarás multitud de opciones de restaurantes y sidrerías, panaderías, e incluso hoteles y casa Rurales que ofrecen opciones sin gluten. El ayuntamiento ha puesto en marcha la red cangas sin gluten en la que encontrarás todos los establecimientos que proveen productos seguros para la dieta sin gluten. Si siempre te quedas con las ganas de probar la empanada, el cachopo o las croquetas, en Cangas lo difícil va a ser tener que elegir!!




Vino en Asturias

Como lo lees, la villa de Cangas se asienta en un valle rodeada de viñedos. Y tú, que estás en Asturias, y esperas encontrar pomares y llagares, te encontrarás con la sorpresa de un vino de la tierra de muy buena calidad. Cangas tiene tradición vitícola desde antaño, como atestiguan los escritos y haceres de los monjes del convento de Corias. El vino de cangas tiene denominación de origen protegida. Hoy hay múltiples bodegas, tanto tradicionales como modernas, que ofrecen visitas guiadas y degustaciones.

Una forma genial de empezar es el museo del vino, en el barrio de Santiso. Puede visitarse por libre, o bien puede combinarse con la visita al adyacente Lagar de Santiso, donde se explica el proceso de elaboración tradicional del vino. La visita guiada (que solo se da en español) requiere reservar con antelación. Los precios son muy moderados (menos de tres euros) y los niños menores de 12 años entran gratis al museo.

El Paseo del Vino, una ruta muy sencilla de un kilómetro y medio, comienza al pie del museo y transcurre entre bosque caduco hasta los viñedos en bancales de la Imera.


Una de las visitas más populares es la Bodega del Monasterio de Corias, viticultores y bodegueros dedicados al cultivo de la vid, que puedes combinar en el mismo día con la vista al Monasterio de Corias. ¡sigue leyendo!



Duerme en un Monasterio

Hoy parte de la red de Paradores nacionales, el monasterio de san Juan Bautista, en Corias es una auténtica joya. Su imponente planta rectangular no pasa desapercibida. Este "Escorialín Asturiano" se construyó en el siglo XI y desde entonces ha pasado por manos de las congregaciones de Dominicos y Benedictinos. Fue uno de los centros de estudios más importantes de la región.

¿Sabes cuántas ventanas tiene? Te dejamos que las cuentes y nos lo digas… Este cenobio ha sido adaptado para acomodar al parador nacional.

Aunque no te alojes en él, puesdes pasar a visitar el imponente edificio declarado monumento histórico y artístico, pasear por pasillos recorridos por monjes y visitar las ruinas en el subsuelo, la capilla, claustros y su biblioteca. Si dispones de algo más de tiempo, visita la recreación de la celda monacal y la exposición de artesanía en madera que la Guarida del Cunqueiro (Degaña) tiene en el parador.


Claustro del monasterio de Corias, Cangas del narcea, en un día soleado
Los claustros del Monasterio permanecen inalterados en el hoy Parador de Corias. Imagen: Wikimedia commons.


Muniellos y Fuentes del Narcea. El mayor Robledal de España

El acceso a la reserva natural integral de Muniellos está restringido a tan solo 20 personas diarias para preservar su excepcional estado de conservación,. Así que si tienes pensado visitar el bosque, te aconsejamos reservar tu plaza online con unas semanas e incluso meses de antelación, sobre todo si vas en grupo o quieres ir en fin de semana. Puedes reservar en la web oficial del Gobierno del Principado de Asturias: www.asturias.es. Si no has solicitado la visita por adelantado, considera alguna ruta alternativa como la Ruta del bosque de Moal, una caminata de unas tres horas con un recorrido circular de película, que sale de la aldea de Moal, a los pies de la reserva.

Desde el mirador de Muniellos las vistas al parque son espectaculares. Imagen: Wikimedia commons.



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