Gijón (o Xixón) es una ciudad para caminar y descubrir, para saborear, en definitiva, para disfrutar. Esta ciudad costera es la más grande de Asturias y tal es su importancia en el panorama cultural, que se convierte en punto neurálgico de la región durante todo el verano, aunque tiene riqueza de sobra para merecer una visita en cualquier época del año.
Si vas a estar unos días en la ciudad, te dejamos la lista de los puntos que no debes perderte.
1-Visita la antigua Universidad Laboral de Gijón/Xixón.
Este monumental entramado de edificios, hoy convertida en Laboral Ciudad de la Cultura, está considerado bien de interés cultural.
Se puede hacer una visita guiada que os enseñará la Plaza el teatro, la sala de pinturas, las antiguas cocinas y el remodelado espacio LABoral Centro de Arte. La visita guiada cuesta 6 euros para adultos, y es posible comprar una entrada conjunta para el Jardín botánico Atlántico por 7 euros, ambos con descuentos para niños, mayores de 65 años y otros colectivos. La visita a la Laboral Ciudad de la Cultura dura una hora aproximadamente y al Jardín botánico unas dos horas, aunque ambos pueden visitarse por libre y en días diferentes.
http://www.laboralciudaddelacultura.com
2-Piérdete en el Jardín Botánico Atlántico
El jardín botánico de Gijón te encantará tanto si eres aficionado a la botánica como si las plantas no te dicen mucho. Puedes hacer visitas guiadas o ir por libre y es un plan genial con niños, ya que tiene actividades educativas especialmente pensadas para los más pequeños (y no tan pequeños). Destacan la Carbayera de El Tragamón, un bosque excepcional de robles centenarios, una casería tradicional asturiana (la Quintana de Rionda), el Bosque los Niños y un divertido laberinto de laurel. La entrada incluye visita guiadas (tanto general como temáticas), para ello es imprescindible reservar, con máximo una semana de antelación.
3-Disfruta de la brisa y las espectaculares vistas en el mirador del Alto de la Providencia
El mirador de la Providencia se encuentra en el parque de San Lorenzo, a tan solo 13 minutos en coche desde el centro de Gijón o media hora en autobús (líneas 14 o 25 dirección a Infanzón).
Este increíble mirador en forma de proa de barco se construyó en 1997 en un antiguo campo de tiro del ejército, y ofrece una panorámica espectacular de la costa Gijonesa frente al mar Cantábrico.
Además de las maravillosas vistas, el parque de San lorenzo en el que se encuentra ofrece zonas para niños y merenderos ideales para hacer un picnic o simplemente respirar aire fresco.
Si quieres estirar las piernas, desde este punto parten varias rutas de senderismo, incluyendo la ruta de vuelta a Gijón. Para ello recomendamos seguir el camino marcado bordeando la costa, visitando en nuestro camino la escultura de La madre del Emigrante, y recorriendo el paseo del muro en la playa de San Lorenzo hasta la iglesia de San Pedro. Esta ruta, de unos 7 km, se puede hacer en una hora y media.
4-Vete de sidras a la Cuesta del Cholo
Una parada imprescindible para los locales en Gijón es la Cuesta del Cholo, ¡especialmente si el tiempo acompaña!
La cuesta es una empinada calle del barrio de Cimadevilla que desemboca en el puerto deportivo y que tiene un encanto especial que le confiere su suelo empedrado. La tradición manda reunirse al final de la tarde y tomar un culín (o varios) de sidra recién escanciada mientras disfrutamos de la puesta de sol, con los barcos amarrados en el puerto como telón de fondo. ¡Imprescindible!
5-Escucha el rumor del mar en el Elogio del Horizonte
Esta colosal obra realizada por el escultor Eduardo Chillida en el año 1990 se encuentra en el Cerro de Santa Catalina, que también puedes aprovechar a visitar. Para los gijoneses, el Elogio es hoy en día uno de los símbolos de la ciudad, pero en su día esta obra fue tan polémica que recibió el apodo de "el váter de King Kong".
Gustos estilísticos aparte, su privilegiada posición frente al Mar Cantábrico permite divisar tanto la playa de Poniente como la playa de San Lorenzo. Sitúate justo en el centro de la obra y escucha los secretos que el viento del mar nos susurra. Un verdadero placer.
6-¡Playas! Gijón tiene muchas y todas son buenas.
Gijón tiene 10 playas para elegir, cinco urbanas y cinco rurales.
Dentro de las urbanas destaca la Playa de San Lorenzo, este arenal natural es probablemente el más conocido de toda Asturias, tiene 1,5 km de longitud y 3 km de animado paseo marítimo, que los locales llamamos "el Muro". Perfecta todo el año, para bañarte, surfear o simplemente tomar un helado y disfrutar del sonido del mar.
La playa de Poniente, al otro lado del barrio de Cimadevilla, junto al puerto deportivo, es más pequeña, pero está resguardada de los vientos de nordeste, lo que la hace ideal para días de viento. Está especialmente adaptada para personas con baja movilidad y para la iniciación en deportes acuáticos.
Peñarubia, playa rural pero muy cerquita de la ciudad, es frecuentada por naturistas-nudistas, también es ideal para la práctica de pesca submarina, buceo o surf.
Dentro de las playas rurales, la playa de la Ñora y El estaño son nuestras favoritas. A ambas se puede llegar a pie bordeando la costa desde la Providencia o en coche, pero si quieres ir en bus, elige el Estaño, líneas 14 o 25. La Ñora tiene un maravilloso paseo entre eucaliptos que nos lleva a un mirador sobre el acantilado.
7-Sidrerías para beberse Gijón a culines
Asturias goza de una excelente gastronomía y Gijón es un buen exponente. En las sidrerías locales encontrarás raciones generosas de recetas tradicionales, o pinchos y tapas para acompañar unos culines de sidra recién escanciados. Como buena ciudad costera, Gijón ofrece los pescados y mariscos más frescos directamente del Cantábrico, pero no menos interesantes son los platos de ternera asturiana y una variada huerta de proximidad. No te vayas de la ciudad sin probar un arroz con bugre (bogavante), pixin (rape), tortos con picadillo o una contundente fabada .
Actualmente, numerosas sidrerías ofrecen una cocina más vanguardista en la que se da un giro novedoso a productos tradicionales con mucha calidad. Algunas de nuestras favoritas son Tierrastur, El Candasu o el Llavianu.
8-Visita el barrio de Cimadevilla , la Iglesia de San Pedro y las Termas Romanas.
Cimadevilla, antiguo barrio de pescadores en el corazón de la ciudad, aún conserva un aire popular y mundano que se deja ver en las fachadas y calles, así como en una atmósfera singular, cargada de historias de pesca, sidrerías por doquier y trato de villa. Sus calles, aparentemente tranquilas durante el día, pasan a ser un lugar de encuentro al caer la tarde en los restaurantes y sidrerías, y en sus bares de copas al llegar la madrugada.
Para no perderte nada, planea un recorrido de unas dos horas que puedes comenzar en la Plaza Mayor. Saliendo hacia el Puerto deportivo observaremos la imponente estatua de Don Pelayo y subiendo por la Cuesta del Cholo, donde podemos aprovechar a tomar unas sidras, llegaremos al cerro de Santa Catalina. En el lugar aún son visibles los restos del antiguo complejo militar artillero. Ascendiendo hasta el punto más elevado, nos encontramos con el Elogio del horizonte, desde el que se disfrutan de unas vistas espectaculares sobre la ciudad y el Mar Cantábrico, tanto de día, como de noche. Seguimos bordeando la Península junto al mar Cantábrico para descender hacia la Iglesia de San Pedro, reconstruida tras ser destruida en la Guerra Civil. A sus pies, las Termas Romanas de Valdés (S I-II). Están consideradas como las más importantes ruinas romanas descubiertas en el norte de España. El museo está abierto de Martes a Domingo, día en el que la entrada es gratuita. Desde aquí llegamos de nuevo a la Plaza Mayor, donde podemos comer, tapear, cenar o incluso tomar una copa con el Cantábrico de fondo.
9-Sumérgete en el Acuario de Gijón- Bioparc
¿Quieres disfrutar de la compañía de tiburones, rayas, morenas y tortugas gigantes? El acuario de Gijón es uno de los mejores planes para hacer con niños, incluso es un buen plan para días de lluvia.
Este acuario forma parte de una red de conservación Bioparc dirigida a diversos proyectos para fomentar la conservación y el bienestar de los animales en su hábitat natural y desarrollar acciones de divulgación y educación.
La entrada cuesta unos 17 euros para adultos y 8,90 para niños. Lo menores de tres años entran gratis, y hay descuentos para estudiantes y mayores. Si eres de Gijón, no olvides llevar tu tarjeta ciudadana! tienen importantes descuentos.
También puedes hacer una visita guiada a las zonas técnicas y disfrutar de numerosos talleres infantiles, aquí puedes consultar su agenda!
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